martes, 31 de marzo de 2009

"Código Apache", un anticipo

Fuerte Apache como nadie te lo mostró.
¿Por qué los narcotraficantes no dejan vender PACO?
¿Por qué no hay robos en el
lugar señalado como cuna de delincuentes?
Recorremos la peligrosa Villa de los Rusos…
Ingresamos a los calabozos de la comisaría…
Los operativos nocturnos de Gendarmería…
La convivencia íntima de los 50 mil habitantes
del barrio Ejército de los Andes…

ESTE VIERNES DESDE Las 22:30.

viernes, 27 de marzo de 2009

El Círculo de la Muerte

“Circulo de la muerte” es el resultado de una extensa investigación de Documentos América, que deja al descubierto el secreto mejor guardado del Circulo Militar.
Siguiendo la pista de una llamada anónima el 24 de agosto del 2008 la policía allanó las instalaciones del Círculo Militar argentino subsede Olivos. Para sorpresa de muchos, ese día se encontraron restos óseos en el tanque de agua del restaurante. Las autoridades del club intentaron ocultar la noticia, amenazando a los empleados que presenciaron el allanamiento.
Según los peritos, los restos pertenecen a una mujer de entre 45 y 50 años y a un hombre de entre 20 y 24 años. Las pericias dejaron un dato escalofriante: los cuerpos primeros fueron enterrados, luego exhumados y más tarde ocultados en el tanque de agua.
Este viernes a las 22.30, Documentos América revelara el resultado de su investigación que incluye los testimonios de testigos, una visita al Circulo militar y el encuentro cara a cara con las autoridades que intentaron silenciar a los empleados.

lunes, 23 de marzo de 2009

El Debate de la Inseguridad

"En la actualidad, los niveles y la envergadura de los delitos violentos son menores a los existentes a comienzos de la década actual, en particular, a los altos índices registrados en el año 2002 que fueron los más altos de la década. Sin embargo, recientemente ha aumentado considerablemente la sensación de inseguridad como resultado de dos factores fundamentales y novedosos. Primero, se incrementaron los delitos violentos y fatales contra víctimas pertenecientes a estratos sociales medios-altos y altos, cuyas viviendas y barrios dejaron de ser inexpugnables. En segundo lugar, existe un abordaje interpretativo y valorativo de los grandes medios de comunicación masivos, fundamentalmente la prensa televisiva, que pondera la problemática del delito y la seguridad de una manera exacerbada, repetitiva y siguiendo un tono sensacionalista asentado en la anécdota y cargado de una espectacularidad y dramatismo inusitado. Por cierto, la sensibilidad social y el dramatismo que genera la victimización de una persona de clase alta es sustancialmente superior a la que genera el asesinato de un morocho pobre o indigente, cuya vida o integridad física es mucho menos valorable socialmente que el de un “buen vecino” acomodado. Pero esta significación así como la interpretación de que las principales víctimas del delito violento son las personas de bien de las clases medias-altas y altas, son un producto de los medios masivos de comunicación que construyen la “opinión pública” sobre estos parámetros y lo hacen sin ningún atisbo de autocrítica ya que el “negocio” de la inseguridad “garpa”, da rating y, por ende, genera dinero o permite presionar a los gobiernos para sacar algún rédito financiero o político".

Marcelo Saín, Interventor de la PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria)

viernes, 13 de marzo de 2009

miércoles, 11 de marzo de 2009

Fábrica de bebés: La Repercusión

Acá van algunas de las notas publicadas por los diarios de la provincia de Misiones. La investigación de Documentos... ya generó la apertura de una causa judicial en la Fiscalía de Instrucción Nº 1 de Oberá.
Diario El Territorio: Proponen endurecer penas.

viernes, 6 de marzo de 2009

Nuevo horario - Viernes 22.30



Acá va un avance del primer programa de la 2° temporada. "Fábrica de bebés" es el resultado de nueve meses de paciente trabajo para dejar al descubierto una red dedicada a vender criaturas por nacer. Un equipo periodístico se instaló en la ciudad misionera de Oberá, y de a poco fue tirando de una madeja en la que intervienen enfermeros, abogados, médicos y "punteros" cuya tarea es reclutar, entre mujeres muy humildes, a aquellas dispuestas a vender hijos.

Clarín: Un negocio de nueve meses
La Nación: La TV que estrena
Primicias Ya: Adelanto de TV

Yahoo: Vuelve Documentos

Terra: Vuelve Documentos América
Televisión.com.ar: Vuelve Documentos

miércoles, 4 de marzo de 2009

La muerte

Alguna vez pensaste seriamente en tu muerte. Reflexionaste sobre el final de tu vida. Debe ser el post más "pianta lectores" que pude haber publicado desde que abrí este blog. Recomiendo la nota del colega y amigo Hernán Brienza publicada hoy en el diario Critica.

Escribir la muerte
Es un momento difícil, lo reconozco. Escribir sobre la muerte nos da escalofríos a todos. No me refiero a la muerte en general, teórica y lejana, o a la de un cuerpo absurdo que se desangra en las páginas policiales o a la “incolora, hueca, numérica” muerte borgeana. Hablo sobre la propia, claro. O, a lo sumo, sobre la de las personas más cercanas a nosotros, digamos abuelos, tíos, padres, madres, amigos, hermanos o hijos. Hablo sobre ese agujero que llevamos todos adentro, esa imposibilidad de imaginarnos la nada absoluta, es decir nuestra propia nada sin que el mundo deje de girar por eso. O esa tremenda, dolorosa, irrefutable ausencia de los que ya se fueron y sospechamos que nunca (pero nunca más, jamás, nunca de los jamases) vamos a volver a ver. Pero alguna vez hay que hacerse de valor y enfrentar el tema. Siempre sospeché que los entierros y los velatorios son dos de los pocos momentos cinematográficos de la vida. Allí hay una familia despidiéndose, cumpliendo el ancestral ritual del adiós y del olvido, repitiendo los viejos acordes del llanto y los lamentos. Y con cada muerte, resucita el rito. Pero algo ha cambiado en estos últimos años. La muerte ha sido acorralada. Se ha hecho íntima, doméstica, pequeña. Quienes se quedan evitan esas largas despedidas, el dolor se oculta en el seno de la familia y los velorios son apenas una fórmula, una formalidad. No hay vida en esas muertes. Recuerdo, en cambio, cómo se campeaba la muerte en mi infancia: familias numerosas, primos que se encontraban, antiguos amigos que “celebraban” volverse a ver y se prometían rigurosamente todos los velorios verse antes del próximo velorio. Había algo vital en ese grupo de atorrantes que se contaba los mismos chistes en el pasillo, en aquellas interminables rondas de café, en la viudita de ojos querendones, en las tías lloronas que tan bien retrató Cortázar en uno de sus relatos de Historias de cronopios y de famas y en esas largas reuniones que muchas veces terminaban a las trompadas por culpa de montescos y capuletos. La muerte era, así, la última etapa de una vida, y como tal se celebraba: ruidosamente y de manera colectiva. (Ver nota completa)