La Justicia en la Argentina atraviesa un momento de letargo mortal. Algunos sectores viven una realidad que los pone dentro de un estado de somnolencia profunda y prolongada. Recientemente se conocieron detalles del colapso que sufren los tribunales de todo el país: causas paradas, falta de personal para afrontar las investigaciones, juzgados con graves problemas de infraestructura. La conclusión es lamentable y arroja una sentencia preocupante: cada vez es más difícil impartir justicia.
El obstáculo que pone en jaque a este poder termina siendo funcional a la impunidad que engloba al país. Ésta es la principal inseguridad reinante, más peligrosa que la termina con la vida de miles de argentinos. (ver nota completa publicada en el Diario Uno de Mendoza)